En pocas ocasiones siento la necesidad de escribir algo importante, algo que no puedo dejar pasar ni un segundo más.
Hoy les voy hablar de la mejor historia de todas, algo que me llena de orgullo, algo de lo cual con el simple hecho de recordarlo me llena de felicidad, de la única mujer que me ama, y la única mujer que quisiera nunca perder, y es que toda mi vida me he quejado que siempre me dejan, pero sé que siempre por las mañanas tendré un: “Dani levántate que ya es tarde”, voy hablar de mi mamita.
Siempre tengo algo que decir de mi mamita, así sea que me haya hecho sentir muy mal por alguno de sus comentarios destructivos, así tenga que contar ayer me puse a bailar con ella, así fuese lo que fuese, siempre tengo algo que decir de mi mamita. Pero la historia máxima es de cómo mi madre me ha hecho ser lo que soy ahora… así yo siempre diga que soy una mierda, pero una mierda que piensa bien las cosas.
Mi mamita desde chiquita la paso muy mal, perdió a su madre cuando era muy pequeñita, y a su papá no le importo mucho cuando ella decidió irse de la casa a los 8 años, para después de unos meses enterarse que el también falleció, mi mamita llego aquí sin nada, absolutamente nada, era muy pobre, muchas veces sufría de hambre, de frio, de sueño, y tenía el cargo de conciencia de haber dejado a mi abuelo morir solo, y ese cargo de conciencia me lo heredo a mí, pero ella siempre quiso ser alguien en la vida, o por lo menos quería que sus hijos sean profesionales, y que no pasen nunca por lo que ella paso, iba hacer lo imposible por salir adelante cueste lo que le cueste, y ahí aprendió a valorar su integridad sobre toda las cosas, y eso me lo heredo a mi también, estaba en la miseria, pero miraba la vida con alegría, y eso también me lo heredo, me heredo esa sonrisa tan bonita y esas ganas de nunca rendirse, y sobre todo de valorar el esfuerzo, mi madre fue bien pobre, por eso no tuvo tiempo de salir, de divertirse, de enamorarse como es normal y aprovecho la mejor oportunidad que tuvo y se caso con mi padre, conmigo en camino.
Mi mamita se olvida de todo, ella vive su mundo donde tiene que trabajar, pero nunca nos descuido a mí y a mi hermano, mi mami literalmente se quito el pan de la boca para alimentarnos, por ello siempre para enfermita, alguna vez cuando era niñito le reclame que porque todos los demás niñitos tenían abuelitos y yo no, y mi mamita se puso a llorar, y no es la primera vez, yo he hecho llorar a mi mamita varias veces, y no lo hago por malo, sino que estoy tratando de ser fuerte en todos los sentidos, a veces no quiero sentir, a veces le he dicho que cuando se muera no voy a derramar ni una gota de lagrimas, a veces le he dicho que porque es débil, que aprenda a mí que ya no lloro por nadie, pues he cometido un gravísimo error, mi madre no es débil, el débil soy yo, pues le cierro mi corazón a la única mujer que nunca me ha decepcionado, que nunca me va dejar y que ha dado todo, incluso más de lo que debería por mí, por eso soy un mal hijo, y por eso todos los días busco excusa, motivos y cositas para que mi mamita se ría, se sienta orgullosa de mi, todo el sacrificio de mi mamita está en mi, su voluntad de oro está en mi, su gran sonrisa está en mi y sobre todo su gran legado, estas historias que contar, serán el más grande orgullo que puedo llevar conmigo, mi mamita, mi chinita, mi gran mamita.
Te juro que pronto seré todo, todo lo que tú has querido.
Y a tus nietos le contaré con orgullo todo lo que me has inculcado, todo lo que hemos pasado, y por encima de eso, todo lo que has hecho por mí.
Estoy orgullosísimo de mi mamita y la amo con todo mi corazón
Feliz día mamita, y feliz cumpleaños
Pero tú sabes que cualquier día vendré y te hare cosquillitas por atrás y nos reiremos juntos, así la situación no esté tan bien, lo importante es que Dios aun nos mantiene juntos.
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